Cuando mi mamá ha vuelto de la planta de reciclado de hacer una nueva entrega de tapones ha abierto el buzón y se ha encontrado un sobrecito naranja que ponía : Para Jorge.
Dentro había un regalo muy bonito: había un trocito de corazón, un trocito del corazón de un amigo invisible.
Me ha gustado tanto tanto el regalo que lo voy a poner en mi silla. Así, todos los días, cuando me siente en mi silla llevaré conmigo el trocito de corazón de mi amigo, aunque sea invisible.....
¡Qué detalle más bonito Lola! Qué increíbles son los amigos invisibles!
ResponderEliminarBesos,
Palmira